Aunque los lazos materiales desaparecen con a muerte de un Ser Querido,

los espirituales se fortalecen cuando nos unimos con ellos en oración.

El Vuelo de la Mariposa

Testimonio de Carmen

14/04/2019

Testimonio de Carmen

Inicié el vuelo bien en la pradera, junto con mis compañeros de grupo, vi la escena, todos iluminados, bañados por esa luz que descendía desde arriba. Me perdí cuando subíamos a las estrellas. 

Querido Jose Luis, el sábado pasado estuve por segunda vez compartiendo el vuelo con vosotros.

La primera vez, y dado que me cuesta imaginar, casi no despegué del suelo, parece ser que no es lo mío la creatividad mental. De momento…

La segunda vez, sin embargo, sí note durante la relajación como se activaba mi glándula pineal, la sentí despertando, la visualizaba encendida dentro de mi cabeza, creando luz dentro de mí, y sentía su fuerza real, físicamente.

Inicié el vuelo bien en la pradera, junto con mis compañeros de grupo, vi la escena, todos iluminados, bañados por esa luz que descendía desde arriba. Me perdí cuando subíamos a las estrellas. Ahí terminó mi vuelo personal, sin embargo, y gracias a mis compañeras Carmen y Mar, pude estar indirectamente en esa preciosa reunión con nuestros seres del más allá, y pude saber de Jaime.

Ellas conectaron con los suyos, y guiadas por Jose Luis, buscaron a mi hijo, que se presentó y me dio algunos mensajes. Pude corroborar que la señal que recibí a los dos meses de su partida era realmente suya (por si cabía algún resquicio de duda). Jaime me dijo que sí, que él me envió esa canción y que estaba intentando llegar a mí sin conseguirlo porque yo pongo una barrera.

Me sentí feliz, muy feliz de saber algo POR FIN de mi hijo, aunque fuera por mediación de otros. Y también algo apenada, por no ser capaz de llegar por mí misma, pero siempre con la convicción y esperanza de que llegaré a él, de que mi Amor me llevará a buen puerto, a su lado.

La pena ha sido breve brevísima, pues esta misma semana, desde el lunes ( dos días después del vuelo) he empezado a sentir a Jaime por la casa; oigo crujidos y chasquidos de paredes y muebles y he empezado a conversar con esos “ruidos”. Sé que estas aquí Jaime, te percibo, te siento, gracias mi amor por estar a mi lado, ayúdame a abrirme, a llegar a ti; lo estás haciendo muy bien, gracias por tus esfuerzos, etc… Y me divierto porque oigo un chasquido, le doy dos palmas a modo de contestación, y vuelve a chascar como contestando: ¿Estoy loca?

Hoy miércoles, tres días después del vuelo, por primera vez he sentido un contacto físico, algo que tanto he añorado. Ha sido durante la siesta, en un sueño (llevo 11 meses queriendo soñar con él y no lo consigo). En mi sueño iba caminado con alguien cogido del brazo derecho (no sé quién era, no lo veía) y he sentido en el izquierdo, que estaba libre, una mano cogida de la mía; he levantado el brazo para verla y he visto una mano joven prendida de mi mano, no nítida, como translucida, me la he acercado a la cara y la he besado. Sabía que era Jaime que me agarraba. He caído de rodillas llorando de emoción y me he despertado.

Querido Jose Luis, estoy emocionada, siento que el canal entre nosotros se está abriendo, y el vuelo de la mariposa me ha ayudado a ello, mucho. Como expresar tanto agradecimiento… he empezado a volar.