Aunque los lazos materiales desaparecen con a muerte de un Ser Querido,

los espirituales se fortalecen cuando nos unimos con ellos en oración.

El Vuelo de la Mariposa

Testimonio de María Teresa

12/04/2019

Testimonio de María Teresa

Quiero compartir mi historia, con la esperanza que ésta sea de ayuda para alguien que como yo, esté atravesando por una pérdida muy grande.

Mi nietecita de 14 añitos las más linda, inteligente, buena, cariñosa y la mejor estudiante; después de un corto pero agudo proceso de depresión, decidió descansar en La Paz del señor.

LA ABUELA QUE ENCONTRÓ LA PAZ


Quiero compartir mi historia, con la esperanza que ésta sea de ayuda para alguien que como yo, esté atravesando por una pérdida muy grande.

Mi nietecita de 14 añitos las más linda, inteligente, buena, cariñosa y la mejor estudiante; después de un corto pero agudo proceso de depresión, decidió descansar en La Paz del señor.

Nunca imaginé que una tragedia de esa magnitud pudiera llegar a mi vida. Nunca imaginé tener que enterrar un nieto. Si es difícil enterrar un hijo! una nieta, y la más amada se sale de todo contexto.

No quería saber ni oír todo lo que me decían, "que era un ángel que Dios se la llevó...” No quería saber, "que era su tiempo...”No quería saber, "que era demasiado buena para este mundo... " No, no, nooooo quería saber nada. Solo quería estar con ella, y si no por lo manos saber realmente qué estaba bien. Alrededor de estas muertes trágicas hay una cantidad de mitos, habladurías ignorantes y morbosas, que cada vez me ponían más mal. Mi primer impulso fue pelear con Dios y con todos Los Santos, a los que tantas veces de rodillas les había implorado por la salud de mi muñeca.

Apartada de Dios y de la gente lo único que me quedaba era refugiarme en la lectura. Leí cuanto libro DE LA VIDA DESPUÉS DE LA VIDA, se me atravesaba y me recomendaban, la mayoría buenos y entre esos, uno que hablaba de los pactos que se podían hacer con nuestros seres que se nos han adelantado. En la madrugada que terminé el libro le dije a mi Nanis, -lo único que quiero es saber que estás bien-. En la mesa de noche había un libro que en la portada tenía una mariposa, y le pedí que me lo demostrara.

Yo vivo en Bogotá Colombia una ciudad a 2600 ms sobre el nivel del Mar, donde las mariposas no son muy comunes y muy rara vez se ven, y en un piso once menos. Pues allí llegó, entró dulcemente sin muchos alardes, se posó por todos lados, revoleteó alegre, rozó suavemente mi piel; yo hubiera querido que se quedara, pero me dio pena que muriera, abrí una ventana y se fue. Quedé estupefacta! toda mi familia la vio nadie dijo nada no había palabras.

A raíz de este suceso comenzó mi interés sobre las mariposas; y precisamente buscando por Internet sobre la conexión de ellas con la espiritualidad, escuché un relato de una señora quien había perdido su hijo, y con una meditación había logrado conectarse con él. Habló de un señor José Luis de la Rica quien vive en España y dirige está Meditación que se llama, EL VUELO DE LA MARIPOSA.

Inmediatamente busque la página y le pedí que me aceptara, él muy amablemente lo hizo. El sábado siguiente ya estaba lista para mi primer vuelo.

Fue una vivencia que todavía no logro entender que es lo que pasa, es un experiencia de amor; de amor infinito comenzando por José Luis, una persona con la única pretensión de querer ayudar a otras, que como él le pasó, estamos transitando por un dolor tan grande, Encarnita, una señora absolutamente espiritual y los participantes porque es una meditación grupal , todos unidos por un lazo de amor inigualable.

He hecho tres vuelos; desde el primero logre encontrarme con mi niña, pero lo más importante la vi feliz en paz rodeada de solo amor y sobretodo de mucha alegría. He visto principalmente en el último vuelo que ella quiere que sane mi corazón que perdone, que su ida ya estaba escrita y nadie tuvo la culpa.

Estoy en el camino, nadie ha dicho que sea fácil, he tenido mis momentos de felicidad sobre todo cuando salgo del vuelo, pero aunque no he logrado serlo del todo porque la falta física es inmensa, mi corazón se está llenado de paz y perdón, ya me duermo tranquila sabiendo que mi niña está en La Luz acompañada de Jesús, esperando con tranquilidad nuestro próximo reencuentro.

María Teresa, abuela de Nanis