Aunque los lazos materiales desaparecen con a muerte de un Ser Querido,
los espirituales se fortalecen cuando nos unimos con ellos en oración.
13/04/2019
Fue algo maravilloso, era mi primera vez realizando el vuelo y Mar Barros me fue guiando muy bien y me dio mucha tranquilidad en mi camino, porque me sentí segura y acompañada en todo momento.
Hola quiero compartir mi experiencia del vuelo de la mariposa con ustedes:
Fue algo maravilloso, era mi primera vez realizando el vuelo y Mar Barros me fue guiando muy bien y me dio mucha tranquilidad en mi camino, porque me sentí segura y acompañada en todo momento.
Después de la oración y nuestra meditación, sentí que abrí mi corazón hacia mi mamá, me llené de emociones y momentos felices que compartimos, dejé el amor entrar en mí y empecé a buscar por ella, (una vez que empezamos la experiencia no hay que buscar, sino mirar todo sin poner expectativas. Sabía que la iba a encontrar.
En mi camino encontré mucha luz resplandeciente, cielo, nubes, paz. Me mire a mí misma y llevaba un vestido suelto color rosa, mezclado con blanco y sandalias también del mismo color.
Llegué a un templo blanco y dorado muy bonito. Vi cosas hermosas brillantes: oro, diamantes, luz blanca resplandeciente. Ingresé a un dormitorio y encontré una cuna que se mecía pero allí no había nadie.
No encontré ninguna persona, pero luego interpreté que quizás era la casa de mi madre ya que todo era tan bonito y había una habitación con una cuna, quizás señal de que vivía allí con mi hermanito (fallecido a los pocos meses de vida).
Supe que allí no estaba y entonces salí de ese lugar por una puerta que encontré. Sabía que tenía que seguir buscando. No hay que buscar, sino mirar todo sin poner expectativas. (Nota de Jose Luis)
Afuera me encontré con una pradera de un verde muy bonito y me dirigí hacia un árbol enorme; las hojas se movían, el pasto se movía. Abracé el árbol y le pedí me mostrase el camino. Subí al árbol, me trepé por sus ramas y a lo lejos visualicé un pueblo muy hermoso.
Empecé a volar, desplazándome por todo ese pueblo tan maravilloso; calles de piedras grises, casas antiguas muy bonitas de piedras especiales.
Me detuve en una de ellas, que me llamó mucho la atención.
Vi una puerta marrón oscura que estaba entre abierta. La abrí y entré.
Al ingresar a la casa, la primera sala tenía una mesa de madera con sillas alrededor. Noté una lámpara de pie, grande. Miré hacia arriba y vi colgando una araña de techo muy bonita. Miré a la izquierda y noté un espejo cuadrado y me vi a mí misma. Luego entré a una habitación, abrí un closet y observé ropa de niña. Eran vestidos largos antiguos.
Al darme vuelta, encontré una niña de vestido blanco que me miraba sonriente. No supe quién era. Le pregunté si me conocía y asintió con la cabeza, sonriente. Le pregunté si sabía dónde estaba mi madre y nuevamente me asintió sonriente con la cabeza. Parecía que me estaba esperando. Comenzó a correr lentamente y mirando hacia mí, como dándome señal que la siga. Empecé a seguirla. Luego me extendió su mano y subimos una escalera de madera marrón y redonda. Al llegar al piso de arriba, ella abre una puerta y me mostró lo que había.
Al ingresar a esa habitación vi una mesa grande, alargada y cuadrada. Llena de bandejas de oro con comida fresca y con frutas deliciosas. Resaltaban las uvas hacia los costados y mucha comida. También había copas doradas. Al mirar, vi a mis tías, a mi abuela y muchos familiares ya fallecidas, todas sonrientes y felices. Se las veía jóvenes y disfrutando de un lindo momento, y vi a mi mamá!!!! Mi mamá lucía joven, bien bonita y sonriente también.
Vi a René, que era como una segunda mamá de mi madre, que se querían mucho. Me acerqué, las abracé a todas. Abracé a mi mamá con mucha emoción, y ella y todas me sonreían. Tenían mucha alegría, paz y calma.
Le pregunté a La Niña quién eres? Me contestó que era la hija de René (luego recordé que mi mamá y mi abuela me habían contado, hace más de 30 años, que René había perdido una hija que tenía cinco años)
Las abracé otra vez a todas con alegría, especialmente a mi madre, y luego me despedí de ellas con mucha emoción.
Mar me guió de regreso por el mismo camino que había llegado hasta allí. Abrí los ojos con mucha emoción y llanto…
Excelente experiencia, muy recomendable.
Quiero agregar que unos días atrás yo le había pedido a mi madre que me mostrase en sueños dónde se encontraba, qué hacía, con quien estaba, etc… Y ayer 4 de diciembre del 2018, en Facebook vi que iban a realizar el vuelo de la mariposa. Pedí para hacerlo e inmediatamente me agregaron a la oración y, efectivamente, pude ver y saber dónde se encuentra mi madre.
Es una experiencia muy reconfortante. Personalmente me trajo mucha paz y amor a mi alma el saber que mi madre se encuentra bien y feliz junto a los demás seres queridos. Muchas gracias infinitas y bendiciones a Mar Barros por guiarme en mi camino y a Karol Lilian Grijalba por añadirme al vuelo y a José Luis