Aunque los lazos materiales desaparecen con a muerte de un Ser Querido,

los espirituales se fortalecen cuando nos unimos con ellos en oración.

El Vuelo de la Mariposa

Testimonio de Pino

14/04/2019

Testimonio de Pino

Estábamos ese día unas cuantas madres escuchando un vuelo que hacía una madre que se llama Norma. Llegó el momento que José Luis le dijo Norma: “Aquí tengo una madre que se llama Pino. Mira a ver si está su hijo Aday.”

Querida familia les cuento lo que pasó en el vuelo de Norma.

Estábamos ese día unas cuantas madres escuchando un vuelo que hacía una madre que se llama Norma. Llegó el momento que José Luis le dijo Norma: “Aquí tengo una madre que se llama Pino. Mira a ver si está su hijo Aday.” Cuando vino mi hijo, le dijo a Norma: “Dile a mi madre que se quite lo que tiene en la cabeza. Yo no manejaba, era mi amigo.” En ese momento me eché a llorar, porque yo nunca le había dicho a nadie que tenía sospecha de que mi hijo no llevara el coche, sino que quien manejaba era su amigo. 

Entonces le dije a Norma que le preguntara si quería que yo hiciera algo, a lo que me contestó que lo dejara todo en manos de la justicia divina, que yo solo dijera estas palabras: “El Señor es mi pastor, nada me falta.” 

Cuento el accidente para las personas que no lo sepa: Aday estaba en Fuerteventura trabajando con su novia en un hotel. Sólo estuvo 21 días y murió con 21 años. El coche era de Aday, pero ese día iba con un chico que conoció en el trabajo y tuvieron el accidente. Cuando la policía llegó, Aday estaba muerto en la carretera, y la policía le preguntó al chico que de quién era el coche y quién conducía. El chico dijo que el coche era de Aday y conducía mi hijo. Pero, no sé por qué, cuando vi en el coche que el golpe estaba por la parte del acompañante, dije para mí; Aday no conducía. Mi hijo es muy gordito, -como todas han podido ver en sus fotos-, y pensé que si Aday hubiera estado conduciendo, el volante le habría impedido salir por el cristal, que fue como salió del coche.

La verdad es que al principio me enfadé y dije muchas palabras muy feas para ese muchacho. Sólo le vi en el tanatorio y me contó lo mismo que le dijo a la policía.

Pero al día siguiente del vuelo me llamó José Luis y estuvimos hablando mucho rato. Le dije que yo dejaba todo como me dijo mi hijo, en mano de la justicia divina. Que lo perdone Dios que yo ya lo perdoné. Mi cabeza descansó con lo que me dijo mi querido hijo Aday. 

José Luis creo que lo conté como pasó. 

Gracias amigo a ti y a otras madres sé que mi hijo está VIVO. Ya me llegará el momento que pueda yo hacer el vuelo. 

Gracias familia del Foro de la Esperanza. Los quiero un mogollón.

Pino.