comparto mi vuelo guiada por Mar:
Mi hijo estaba esperando afuera del templo. Nos cogimos de las manos y volamos un poco y de ahí pasamos por el interior de unas cascadas para llegar a la base de una montaña que de momento me vi en la cima de ella.
Ahí estaba mi abuelita, sentada sobre el pasto con el padre de mi prima. De ahí se podía ver el templo, ya que ellos van ahí para ver entrar a los visitantes del Azul.
Mi hijo me toma de la mano de nuevo y estamos corriendo y llegamos a su casa. Él hijo corre y sube las escaleras hasta su habitación y señala a su alrededor muy contento, como diciéndome esto es lo que hago.
Volvemos a la pradera y caminamos a un lado del templo hasta ver la parte de atrás donde hay muchos niños, vestidos de azul cielo y capucha en sus cabezas de color blanco, y con ellos un guía espiritual. Nos ven y nos abrazan.
Continúo caminando con mi hijo y ya estoy lista para regresar.
Gracias nuevamente por poder tener estos encuentros con mi familia.
Comparto mi vuelo guiada por Mar:
Mi hijo estaba esperando afuera del templo. Nos cogimos de las manos y volamos un poco y de ahí pasamos por el interior de unas cascadas para llegar a la base de una montaña que de momento me vi en la cima de ella.
Ahí estaba mi abuelita, sentada sobre el pasto con el padre de mi prima. De ahí se podía ver el templo, ya que ellos van ahí para ver entrar a los visitantes del Azul.
Mi hijo me toma de la mano de nuevo y estamos corriendo y llegamos a su casa. Él hijo corre y sube las escaleras hasta su habitación y señala a su alrededor muy contento, como diciéndome esto es lo que hago.
Volvemos a la pradera y caminamos a un lado del templo hasta ver la parte de atrás donde hay muchos niños, vestidos de azul cielo y capucha en sus cabezas de color blanco, y con ellos un guía espiritual. Nos ven y nos abrazan.
Continúo caminando con mi hijo y ya estoy lista para regresar.
Gracias nuevamente por poder tener estos encuentros con mi familia.
Deseo contarte que en uno de mis primeros vuelos vi al que en la tierra fue mi papá, pero no fue el padre del que habla de su hija, porque fui la hija a la que un hombre quiere esconder porque él ya tenía sus otros hijos en un hogar establecido. Mas, sin embargo, lo veía de vez en cuando, pienso que cuando él podía escapar a su itinerario familiar y de trabajo. En fin, crecí sabiendo de él pero no lo sentía, no vibraba un amor de verdad.
Pasa el tiempo, yo formo mi propia familia y el conoció a Steven muy pequeño.
La vida seguía su transcurso y este señor trascendió y, para sorpresa mía, en un vuelo, lo vi que estaba en la playa con Steven, al quien yo que llevaba de mi mano, y le dije a mi hijo que no, que no quería estar con él. Y vi que Steven hizo un gesto de disgusto. Pero yo de nuevo tiré hacia mí de la mano de Steven y mi papá desapareció.
Yo sentí que no estaba lista para estar con él en el Azul y fuera del vuelo hablé a mi padre mentalmente diciéndole que me disculpara, que no siento rencor ni nada, que no se sienta mal por la vida que habíamos tenido. Que habíamos hecho un pacto de almas y que el al no haber convivido conmigo me sirvió muchísimo y que no tengo nada que reprocharle. Pero que mi abuela había llenado con su presencia de calor y amor y que con eso me bastaba y que por eso ella es una parte que junto con mis hijos llenó mi vida, ya que estuvo para mí y para mi hijo y, también, fue la que lo recibió cuando los ángeles lo sacaron del carro cuando tuvo el accidente en el que murió.
Bueno, pues este vuelo me hizo pensar que en el Azul todo puede pasar, porque nunca pensé ni imaginé querer ver al que fue mi padre en la tierra.