Aunque los lazos materiales desaparecen con a muerte de un Ser Querido,

los espirituales se fortalecen cuando nos unimos con ellos en oración.

El Vuelo de la Mariposa

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Testimonio de Romina

12/10/2019

Testimonio de Romina

Ya terminó mi vuelo, hoy fue hermoso...
Vi a la bisabuela de mi gordo con él, me han dicho cosas hermosas para seguir, ambos agarraron mi mano y me llevaron a una cascada con agua bien azul me dijeron que me meta que eso me iba hacer bien, una vez que me metí bajo esa cascada, el agua caía más despacio, lo sentí suave y al salir de ahí vi una luz en mí, como si sobre mí, había una silueta de luz, ellos me dijeron que eso me iba ayudar, me agarraron la mano y cuando caminaba con una sonrisa miré hacia atrás y arriba de esa cascada estaba Jesús con sus manos en el agua como si él me hubiera mojado desde arriba, mientras estuve debajo de esa cascada miré de inmediato a mi hijo y me sonrió, él con su abuela me acompañaron a la salida y me dijo que él siente los besos que le doy a su foto y se apartó un poco, se hizo luz y después volvió su figura, me dijo mamá esto soy yo soy luz y vos ya encontraste la tuya por eso estas acá, me dijo recuerda que siempre estoy y que él sabe que soy fuerte, que no me derrumbe, que esa agua me ayudará, y que me ama y cerró diciendo de nuevo te amo yo siempre estoy!
De todos los vuelos este fue muy emocionante.

Experiencia de un vuelo de Fati

18/05/2019

Experiencia de un vuelo de Fati

Estábamos sentados en una banca junto a un gran lago disfrutando de un amanecer y de pronto llegaron sus hermanos (mis otros dos hijos de aquí en la tierra)

Me pareció muy extraño, pues ¡nunca me imaginé que eso podría pasar!

¡Dany no estaba tan sorprendido!

¡¡Tomó de la mano a mi hija y caminó con ella y con mi otro hijo por un sendero lleno de flores!! Jugaban, corrían, se mojaban. ¡Fue algo muy hermoso volver a ver a mis hijos juntos de nuevo!

Le pregunté a José Luis que ¿cómo podría pasar esto, si mis hijos estaban dormidos en su cuarto, pues aquí en México eran las cinco de la mañana? Me respondió que ellos mientras dormían estaban con su hermano Dany, mi hijo del Azul y que cuando despertarán les preguntara.

Mi hijo mayor es un joven con capacidades diferentes, por lo cual en ningún momento dudo que él está más cerca de Dany que nadie. Así que a la única que le pregunté fue a mi hija. Claro, sin darle ninguna pista. Ella me respondió que había soñado con su hermano, que la llevó a un lugar con mucha luz y muchas flores.

¡¡Gracias, José Luis, por ayudarme tanto a poder disfrutar de las maravillas que, sin duda vienen de Dios, nuestro padre, de nuestra madre María y nuestro señor Jesucristo!! Gracias, gracias, gracias.

Aquí se puede escuchar la grabación de esta experiencia.

2018. 02. 17. Nati, María, Ángeles, Faty y otr@s

 

Ha sido una de las experiencias más hermosas de mi vida he sonreído después de casi dos meses desde que mi mamá trascendió a un plano más iluminado.

Dios te guarde y bendiga José sigue esparciendo alegría por medio de estos vuelos de la mariposa, tu hija te sonríe y te cuida desde el cielo y siempre está cerca de ti. 

Mil bendiciones 

Eunice. México 

Testimonio de Fátima

18/05/2019

Testimonio de Fátima

Hoy quiero platicar acerca del hermoso vuelo que hizo mi hija (Fátyma de 11 años) 

 

Tenía tiempo que ella me había pedido integrarse al vuelo de la Mariposa y esta vez lo hizo. 

 

Escuchó la meditación, entró al templo y saliendo de él, me dijo mami veo a un señor que dice que tiene a su hija con nosotros (preguntamos a Mar y a José Luis y resultó ser el padre de Toñi) Toñi, muy contenta, le preguntó si él le quería decir algo y ella le respondió que quería entregarle un ramo de flores rosas con amarillo y Toñi comprendió enseguida el mensaje (Que sólo ella y su papá entendían)

 

Continuó José Luis guiando a mi hija de una forma muy especial y con mucho amor (ya que se dirigía a una niña).

 

Enseguida, mi hija se encontró con su hermano Danii y la recibió con mucho amor y la llevó a un parque donde vio muchos globos de colores y muchos perritos. Después subieron a un árbol y, estando allá arriba, José Luís le dice que le diga a su hermano que le invité un helado! Ella le dijo que Danii le pidió que cerrara los ojos y pensará en el helado y así lo tendría! Y así lo hizo! Después, Danii llevó a mi hija a ver a su mascota que ya estaba en el azul y corrieron juntos y jugaron en una cascada! De pronto, mi hija vio a muchos niños jugando. Ella dice que los cuidaba un señor. José le dice que lo abrace y ella se da cuenta que es Jesús, y ve cómo los niños juegan con él y lo abrazan. Ella le pide a Jesús que la lleve con María y cuando la lleva cuenta como María recibe a su hijo Jesús con una alegría muy grande y lo abraza. José le pide que le pregunte si allí hay colegio y le responde que ellos trabajan ayudando al mundo.

 

Continuaron caminando y encontraron a una señora que estaba perdida. Mi hija la lleva con María y Jesús y la reciben con mucho amor.

También llegó un niño a recibirla. Era su hijo!

Y para terminar, Danii abraza a mi hija y la regresa a la entrada del templo.

Fue un vuelo muy bonito y muy particular!

Gracias por todo José Luis 

 

La niña describió cómo es la Vida en aquél mundo.

El detalle de cómo aparece un helado en su mano nos muestra cómo allá se crea la realidad: Pensamos en algo y eso mismo se crea mágicamente. La física cuántica explica por qué eso es posible.

Un abrazo.

jose luis

 

Es la grabación de una parte de un vuelo en el que una niña de once años conecta con su hermano.

Podemos ver que la descripción que hace la niña del lugar es la misma que ven todas las personas en El vuelo de la mariposa.

¡Mirad, cómo le dice su hermano que tiene que hacer para conseguir un helado!

Dejo la transcripción de la conversación y el enlace para que lo oigáis.

El audio dura 30 minutos.

 

Audio del Vuelo

 

Transcripción de la experiencia de Faty durante un Vuelo de la mariposa.

 

Faty —Hola

Mar —Hola. A ver, dime cómo ves a ese señor.

Faty —Es un señor con cabello blanco y también tiene toda su barba blanca. Es un señor mayor y me enseña unas flores de color amarillo de rosa. Es como si él se la quisiera enseñar a alguien.

Mar —Y cómo besa ese señor, ¿alegre, riéndose? ¿Cómo lo ves?

Faty —Está feliz. 

Mar —Pregúntale si conoce a alguien de aquí, de los que están en el vuelo. De los que estamos aquí ahora.

Faty —Sí, pero no entiendo a quién. 

Mar —Pregúntale si es el padre de alguien.

Faty —Sí, tiene una hija.

Jose —Si alguien se da por aludida, que conecte el micrófono.

Toñi —Yo creo que es mi padre, pero me confunde lo de la barba.

Jose —Eso es lo de menos. Toñi, pregúntale: Papá, ¿eres tú?

Toñi —Papá, ¿eres tú?

Jose —¿Qué hace el señor?

Toñi —¿Lleva un bastón, por casualidad?

Jose —¿Qué dice el señor cuando oye hablar a Toñi?

Faty —Él sí, sonríe y sí tiene un bastón (color) café.

Toñi —Pregúntale si me quiere decir algo.

Jose —Tú pregúntale: Papá, ¿me quieres decir algo? Tú que ya tienes experiencia.

Faty —Te quiere enseñar unas flores de color rosa con amarillo.

Toñi —Papá, ¿qué me quieres decir con esas flores?

Faty —Representan algo, pero no sé qué.

Toñi —Ya sé qué me quiere decir; que se ha cumplido algo, eso es lo que me quiere decir. Bueno como tú me has ayudado, muchas gracias.

Faty —Te manda muchos besos y un abrazo.

Toñi —En otra ocasión echaremos un baile. Un beso.

Faty —Dice que sí.

Toñi —Vale, cariño.

Jose —Fátima, qué dulce eres. Qué bonita eres, reina. ¿Estás viendo a tu hermanito?

Faty —Sí.

José —¿Está contento?

Faty —Aún no lo veo.

José —…Pero antes sí, ¿no?

Faty —Sí.

José —Dile que venga, que le quieres dar un abrazo y te quedas un rato con él. 

Faty —Aquí está.

José —Dile que te dé la mano y que te enseñe donde vive. Que te enseñe a sus amigos. ¿Quieres que te enseñe dónde vive y qué hace?

Faty —Sí.

José —¡Díselo! Dile lo que quieras hacer con él. ¡Propónselo!

Faty —Me quiere llevar a un parque.

José —Ve contándonos. ¿Hay niños por ahí?

Faty —Hay un camino como de piedra, donde él me lleva. Hay muchos globos de colores y perros. Me está llevando a un árbol. Él quiere que me suba. Él está conmigo en el árbol.

José —O sea que ya te has subido. ¡Qué fácil!, ¿no?

Faty — Sí. Me abraza.

Jose —¡Claro! Porque te quiere mucho.

Faty —Es como si él quisiera enseñarme que ya está bien.

Jose —Pregúntale si ahí comen helado.

Faty —Dice que sí. A él le gustaba mucho el helado.

Jose —¿Y a ti te gusta? Dile que te dé uno. Cuéntanos cómo hace para dártelo. ¿De dónde lo trae? ¿Cómo hace?

Faty —Sólo me dice que cierre los ojos y lo piense en el helado, y ya cuando los abro, está ahí.

Jose —¿Y tienes el helado ya?

Faty —Sí.

Jose —(Comenta con los participantes) ¿Os dais cuenta? Así es: Solamente hay que pensarlo y ya se crea.

Jose, dirigiéndose a la niña: ¡Qué divertido!

Faty —Sí. Quiere seguir caminando y me está llevando a un camino de muchas flores. Está lleno de flores. Me enseña perros ¡y a mi perrito!

Jose —¿Tú has tenido perritos en casa y que se hayan venido al cielo? 

Faty —¡Sí, aquí está con nosotros!

Jose —¡Ahá! ¿Es el perrito que tú conoces, tú mascota?

Faty —Sí. Corre mucho. Está muy feliz. Quiere que corra con él. Estamos jugando en una cascada. Hay niños chiquitos, como de cinco años.

Jose —¡Ahááá! ¡Pequeñitos!

Faty —Sí, están jugando en la tierra. Los cuida un señor.

Jose —Acércate a ese señor y abrázalo. Dile; ¡hola, me llamo Fátima!

Faty —Él me abraza y me dice que él cuida de todos los niños que están aquí y me dice que él es Jesús.

Jose —Y, ¿y cómo va vestido?

Faty —Tiene una túnica blanca.

Jose —¡Qué guapo! ¿Y te dice que él cuida a todos los niños?

Faty —¡Sí, que los cuida y que está jugando con ellos…y todos lo abrazan mucho!

Jose —Dale un abrazo de nuestra parte y dile a Jesús que tú le abrazas por ti y por todos nosotros, ¡anda, bonita!

Faty —Dice que él está con todos ustedes.

Jose —¡Qué bien! ¡Qué feliz!

Faty —¡También abraza a Danii!

Jose —Claro, Dani es su amigo. Está ahí con él.

Faty —Sí. Es como si se conocieran de hace mucho tiempo. También todos los niños lo abrazan.

Jose —Pregúntale por su mamá. ¿Te gustaría verla y abrazarla? Dile a Jesús que te lleve con ella.

Faty —Él me está llevando de la mano. Me lleva por el camino de flores. Es un lugar donde hay muchos árboles y ahí está. Ella sonríe mucho cuando ve a Jesús y se abrazan y ella me abraza a mí. Se ve muy feliz.

Jose —¿Y tú cómo te sientes?

Faty —Estoy feliz al verla. Le rodean muchas mariposas. Ella está vestida con un vestido azul cielo y está con otra señora.

Jose —¿Hay señoras hay? Pregúntale si son mamás de los niños.

Faty —Sí, pero sólo de unos.

Jose —Claro, algunas mamás que ya han ido al cielo.

Faty —Sí, pero es como si los estuvieran recibiendo y quieren ver a sus hijos. Danny también abraza a María.

Jose —Pregúntale la virgen: ¿Aquí hay colegio?

Faty —Dice que no.

Jose —Entonces, ¿sólo la pasan jugando los niños?

Faty —Sí, pero hay trabajos.

Jose —¿Trabajos de qué?

Faty —Trabajos de hacer cosas en la tierra, como ayudar a gente de aquí.

Jose —O sea, que nos ayudan. ¡Los que están en el cielo ayudan a los que están en la tierra!

Faty —Sí. Hay un niño que me llama la atención y se pone muy feliz. Es como si estuviera esperando a alguien.

Jose —Dile que si conoce a alguien de aquí (los participantes).

Faty — Él dice que está esperando a su mamá. Está como emocionado.

José —Dile qué le queremos mucho.

Faty —Dice que él también. Veo a una señora que tiene cabello café, joven, no muy grande. Está como perdida.

Jose —¡Abrázala!

Faty —Que ya se pone feliz. Es como si nunca hubiera recibido un abrazo. Ella está como perdida.

Jose —¿Y estás viendo a más niños ahora?

Faty —Sí, pero de lejos.

Jose —Dale la mano y dile que la vas a llevar para que abrace a la virgen y a Jesús

Faty —Ella tiene miedo.

Jose —Dile que no tenga miedo. Dale un abrazo y dile que la Virgen y Jesús la están esperando.

Faty —Ya estamos con ellos. Y la abrazan. Y ella se siente más tranquila

Jose —¡Claro!

Faty —Un niño la abraza, uno de los chiquitos que estaban con Jesús la abraza muy fuerte

Jose —Dile al niño que sí es su mamá.

Faty —Dice que sí. Y es como si no lo hubiera visto en mucho tiempo.

Jose —Claro, porque el niño se iría al cielo antes y la mamá se ha ido al cielo hoy.

Faty —Sí, porque la mamá estaba preocupada y nerviosa y ahora está feliz.

Dani me dice que está muy orgulloso.

Jose —¿De qué está orgulloso Danii!?

Faty —De mí.

Jose —Ya me parecía. Sólo quería oírlo de ti. Está orgulloso de que estés ahí y hayas ayudado a esa señora. Faty, tú sueñas con él muy a menudo, ¿no?

Faty —Sí.

Jose —¿Y cuántos años tienes?

Faty —Once.

Jose̶̶ ¡Qué mayor! ¿Que más nos cuentas?

Faty— Ya se están despidiendo. Todos me dan un beso y un abrazo.

Dani me lleva por el camino de flores, por los globos, hay un camino de piedras y ahí me da un abrazo muy fuerte y seguimos. …y ya estamos aquí en la entrada del templo. Y se despide dice que me ama mucho y me da un abrazo y un beso y se va. 

Testimonio de Flor

11/05/2019

Testimonio de Flor

 

Buenas noches mi querido José Luis.
Por diferentes motivos no he podido realizar los vuelos ni con vos ni con Juliano. Quizás ahora que por lo que entendí han cambiado los horarios en España y al parecer ahora las 11 de la mañana de allá serían acá las 7. Quizás ahora pueda realizar un vuelo con vos. Este sábado no puedo… En resumen mi estimado amigo, paso a contarte lo que me ha sucedido.
El día de ayer, domingo 11, tuve la idea de tratar de hacer el vuelo con un vídeo tuyo, donde esta Emilio Carrillo (un Genio), y otras personas a las cuales les guiaste su vuelo. Sin saber qué sucedería y con muy pocas expectativas, me dije lo voy a intentar porque tengo ganas de hacerlo, total, seguro que no conecto con nada. Y en definitiva no pierdo nada ni tampoco me voy a sentir mal, ya que he escuchado que hay personas que no lo han logrado las primeras veces.
Pensando de esta manera me dispuse a intentarlo.
Imaginé todo lo que pediste. La luz en la glándula pineal, la semilla en mi corazón que se convirtió en un ramo de pimpollos de rosas blancas, el cual dejé enterrado en un pequeño agujero que hice. Ahora que lo recuerdo, el ramo estaba cubierto con papel, como los ramos que se regalan. Raro… Bueno. Me fui caminando por el pasto verde, muy verde. Iba descalza y con un vestido blanco hasta la rodilla, acampanado y con dos bolsillos, como los bolsillos de los delantales que usamos en la primaria. En esos bolsillos llevaba el polvo de estrellas.
Pediste que miráramos y que dijéramos qué veíamos. La señora del vídeo te dijo que veía un árbol… yo no veía nada, solo un prado verde-Luego vi un árbol, me subí a él como vos le dijiste a la señora. Yo trepé aunque hasta la mitad. Hasta que dijiste que de un salto podía estar en la sima. Así que salté y estuve arriba. 
Vi un lugar hermoso. Era una cascada pequeña que desembocaba en una pequeña laguna. Muchas flores arboles verdes y arbustos verdes también. Me fui hasta ese lugar, bajé de un salto e iba corriendo. Luego te escuché decirle a la señora que podía volar y abrí los brazos y volé hasta allá.
Cuando baje, volví a sentir el pasto en mis pies. Me paré ahí a mirar eso tan bello. Y pensaba… Me sentaría acá a tomar unos mates con algo rico jajaja. 
Luego le decías a la señora que si veía a alguien. Ella vio a alguien que estaba lejos. Yo no veía a nadie. Ni siquiera un animalito. Pues bien me dije, me sentaré acá a disfrutar de este sol. Me senté y luego me acosté. Cerré los ojos… Quería sentir el olor a hierba o al agua. Pero no percibía olores. Así que volví a abrir los ojos (los de allá) me quedé observando el agua caer, las flores… y de pronto, de detrás de los arbustos, salieron unos niños pequeños, como de tres a cinco añitos. Reían y jugaban. No sé cuántos eran pero al recordar ahora, creo que como cinco…
Jugaban detrás de mí y reían sin darse por aludidos de que yo los observaba. Se escondían en los arbustos y salían. En fin después de mirarlos un ratito decidí dejarlos jugar y volver a acostarme para seguir disfrutando de ese lugar.
Cerré los ojos por un instante y sentí que uno de esos niños me abrazaba tumbado encima de mí.
Abrí los ojos y podía sentir que su brazo estaba encima de mi pecho y cuello, pero no lo veía. Ah!, me olvidaba; todos los niños vestían de blanco. Y como que no pude saber si eran nenas o varones cuando los veía jugar. Sólo eran niños.
Bueno, como no podía ver quién era el que me abrazaba, me incorporé despacio hasta quedar sentada. El chico seguía abrazándome sin mostrarme su rostro. No sabía qué hacer, si sacarlo para verlo o no. Por lo que escuché tu voz que decía que le mire el cabello o las manos. Pues bien, le miré primero sus manitas, sus deditos flaquitos, largos y tan delicados. Luego fui subiendo la mirada por su brazo. Y vi que tenía el cabello largo, negro y con unos bucles. Seguí subiendo y no veía un rostro que conociera o nítido, hasta que creció y se convirtió en mi amada hija Yanet, joven muy joven, como de 15 años. Me puse a llorar. La abracé, le dije que estaba hermosa! Que me alegraba de verla bien y feliz. Ella no me decía nada, sólo sonreía.
Le pregunté por su hermano y vino un chico, delgado, rubio, también como de 15 años. También sonreía y usaba pantalones blancos, cortos con unos tiradores y una camisola blanca. Le pedí perdón y le dije que también lo amaba. Luego pregunté por mi madre, quien vino también enseguida. Ella no vestía de blanco, ella parecía como de 45 años y vestía una falda gris con una remera o camiseta, no sé cómo le dirán en España, de color azul. Tampoco me habló. Le dije que la veía muy bien y que eso me ponía feliz. Le pregunte si estaba ahí mi abuela y su hermano (mi tío) y como que sentí que dijo: Estamos todos acá. Y vinieron ellos. Mi abuela como la recuerdo, con sus años 65 o 70, pero en muy buen estado de salud y mi tío joven también, como de 35 años. Muy bien todos. Y todos sonreían con una gran sonrisa.
Luego les pregunté, qué hacían allá? Si trabajaban… y como que Yanet me mostró a los niños y como que entendí que ella estaba con ellos. No sé si acompañándolos o enseñándoles como una maestra jardinera. Mi mamá como que supervisaba algo, no sé qué. Mi tío como que era un maestro o profesor, y mi abuela, no lo recuerdo ahora. Yo lloraba con los ojos de acá, pero allá estaba feliz, y muy emocionada. Abracé a mi mama y a mi hija. Le dije a Yanet lo muuucho que la extrañaba. Y luego mi tío y mi abuela se fueron. Yo me senté en el pasto abrazada a Yanet y a mi hijo y mi mamá se sentó un poco más allá sola.
Luego se levantó mi madre y los chicos también. Entendí que ya se iban. No quería. Pero sabía que ellos y yo teníamos que volver. Se empezaron a alejar caminando despacio y girándose cada tanto para mirarme hasta que desaparecieron detrás de los arbustos.
Me quedé sola ahí. Y me dije, bueno tengo que volver como me vine. Así que empecé a caminar por el prado verde sin árboles. Escuché tu voz que decía que volviéramos a donde habíamos dejado el ramo. Así que volé hasta que desde arriba lo vi. Bajé y los pimpollos ya se habían abierto. Era un ramo de rosas blancas. Lo tomé siguiendo tu voz. Y lo vi achicarse hasta que volvió a ser una semilla. La puse otra vez en mi corazón y luego abrí los ojos. 
Me sentía rara. Me preguntaba… lo imaginé todo? Aún sentía como que todo brillaba mucho… me sentía rara. Sequé mi cara y cuello, que estaban super mojados de las lágrimas. Y luego me sentí muy bien todo el día. Sin sentimiento de angustia, sin preguntarme más si todo fue la imaginación. Pues ya qué más da si así fue-
Quería contarte esto! Y darte infinitas gracias!
Te mando un beso enorme!!
Me lo paso mirando por YouTube a Emilio y a vos. Son unos Genios para explicar lo que es la muerte y su transición.
Mucha luz a ambos.
Flor.
Cuando le pido permiso a Flor para compartir su relato, me responde con esta carta:
Buen día José Luis!!
Claro que puedes compartir lo que te conté... aunque aún mi razón me dice que lo imagine todo. Pero bueno... le digo, como vos dijiste que le digamos. Sííí me lo imaginé. Pero la pase bien.
Una cosa que me olvide en el relato es que cuando estaba con ellos sentía una gran emoción y no sabía qué hacer para que ellos entendieran lo feliz que estaba de verlos, por lo que me acorde del polvo de estrellas y metí mi mano al bolsillo y les dejaba caer polvo desde sus cabezas y era como que con eso les estuviera dando todo mi amor.
Omití mi apellido por favor. Ya que aún dudo si eso fue real. Cuando tenga plena seguridad de que puedo conectar con ellos. No tendré ningún problema en contarlo yo misma.
Un beso enorme.
Cuídate.
Flor.

 

 

Testimonio de Ismael

11/05/2019

Testimonio de Ismael

 

La verdad que esto que os comento es un poco extraño. Al poco de ver a mis padres, aunque los sentía, dejé de verlos. Un hombre, que no sé quién es, de nombre Jorge o Bernardo, se acercó a mí. Me dijo: La frustración y el desánimo son fruto de la mente. Los sentimientos son del ser que realmente somos. Aquí no existe la mente, por eso siempre estamos felices.
Esto es muy raro, porque apareció en mi cabeza, y no sé si fue mi imaginación o realmente se comunicó, conmigo.